Qué me gusta un refrán. Aunque algunos los exterminaría directamente, otros los hago míos.
No hay mal que por bien no venga
Y esto se haría extensible a muchos aspectos en general:
Que fracasa tu relación aprendes cómo no hacerlo la próxima vez = crucero con amigas.
Que te tiran del curro = Gym, deporte, practicar el yoismo. Yo me mimo, yo me cuido, yo me disfruto. Hora de hacer todo aquello para lo que nunca tengo tiempo.
Que me chupo un atasco matutino = llamo a mi amiga para cascar y ponernos al día.
Que hay una pandemia y te encierran en casa, pues aprovecho para poner un poco de orden en mi mente, en mi casa y en mi vida en general.
Esto, evidentemente, sería simplificando mucho y partiendo de una base pelín resiliente.
A mis 37 tacos de almanaque que diría Pérez Reverte, una cosa que he aprendido es que toda sacudida lleva implícita una cosa positiva. Un nuevo comienzo.
Y en cuestiones viajiles esto no iba a ser menos. La “nueva normalidad” es un claro ejemplo.
Tras meses de incertidumbre sobre la reactivación del turismo, la semana pasada nos llegaba el notición. El 8 de Julio será. Aunque hoy parece que los señores gobernantes han decidido adelantarlo al 1. Pues qué bien!!
Esto genera un debate abiertísimo lo cual no es mi intención. Unos felices y contentos de tal resurgimiento, otros acojonaditos perdidos por si nos traen más virus de fuera, otros con el morro torcido porque prefieren que su alojamiento esté lleno este verano y no nos piremos al extranjero. Todo perfectamente entendible. Peeeero, comprenderéis que para l@s viajeros empedernidos que, además, tenemos a nuestro amollll fuera de España esto nos caiga como agua de Mayo.
Rubén de @algoquerecordar @SofíaPozuelo y Ana de @la.vie.ailleurs fijo que me entienden. #VIRGENAGAIN (entre otras cuestiones)
A lo que vamos que me despisto. Estos días de empacho informativo en cuanto a las nuevas medidas de seguridad adoptadas en todo el turismo en general, hay unas cuantas cosas que a mí me parecen el no va más…
PROS DE LA NUEVA NORMALIDAD VIAJIL:
- Eliminación de los buffets en los cruceros. O “modificación” que se plantea la naviera Royal Caribbean.
Los buffets se han convertido en una de las áreas que produce más desasosiego. Mira que adoro estos viajes y siempre que me preguntan por un aspecto negativo, me cuesta. Pero esos restaurantes llenitos hasta la bandera el día del embarque, donde hay hostias por coger una porción de pizza, NO.
2. Esto se hace extensible a todos los buffets de hoteles. A ver:
POSITIVO BUFFET: Coger lo que quieras y repetir sin fin de entre multitud de variedades rellena culos.
NEGATIVO BUFFET: no medir, ser presa de la gula, inflarte hasta reventar y, lo peor, levantarte 543 veces a por cosas que se te olvidan. Uff qué rollo.
CONCLUSIÓN: un desayuno en la habitación, en el camarote del barco encima del mar literalmente, o una comida servida en una mesa donde alternar con el camarero, que me cuente la carta y quizás hasta su vida, un poco sólo. Y el pandero pegado a la silla. No tiene precio.

DESAYUNO A BORDO DEL MSC DIVINA
3. Está todo más limpio que nunca. Ahora en veraninichi que vamos muchas enseñando cacha y nuestras partes bajas rozan, sin querer, las sillas de los bares (que levante la mano a la que nunca le haya pasado) pues chica, que se agradece que antes te pasen el trapillo con lejía. Yo estoy como loca con esto. Estoy fatal, lo sé.
4. Y hablando de bares, eso de que donde caben 10 mesas metieran 30, adiós, hasta luego Mari Carmen. No me puede gustar más, espacio por favor. No tragarte el humo del de al lado, no niños que me dan golpes en mi silla, no a hacer malabares si alguien necesita pasar entre mis piernas para ir al baño. FELICIDAD PURA!!
5. No tiene nada que ver pero esta me encanta porque aún lo estoy flipando. Vas al médico y cuando antes te chupabas dos horitas de espera, ahora se han convertido en 10´de nada.
O Dar dos besos. Y esto está muy sobre valorado. Sí, llamadme desaboría pero todo lo que sea un roce NO amiguil-familiar, me sobra “Es que los latinos somos muy de tocar” Perdona pero en Italia vikingos no son, y todo Cristo viviente se da la mano la primera vez que te conoce (entre mujeres también).
6. Se acabaron las colas interminables en museos, monumentos, parques temáticos… Acceso limitado, compra de entradas previamente. Adiós a las 3 horas de plantón
para entrar en el Vaticano, o en el Palazzo Ducal de Venecia (aquello fue infernal). No leas esto si vas a Venecia.
Incluso puede que se tomen medidas con las colas de los baños de cualquier garito isleño/costero/veraniego. Un sueño hecho realidad para meonas!!
7. Ahorrarme el hacinamiento humano en el embarque de Ryanair en Malpensa porque no he visto en mi vida un aeropuerto europeo tan mal organizado.
Qué más cosas positivas piensas que deja esta nueva normalidad viajera?